El Olivo Milenario es una auténtica catedral de madera viva, una maravilla natural que se alza majestuosa con tres troncos de más de siete metros de perímetro cada uno. Su longevidad ha sido confirmada de manera fehaciente por la Universidad de Córdoba, consolidando su estatus como un prodigio milenario. Este venerable árbol no solo es un testigo silencioso de siglos de historia, sino también una pieza viva de patrimonio natural.
La majestuosidad de este olivo ha sido reconocida a nivel nacional, convirtiéndose en el primer olivo de Andalucía en recibir el prestigioso Premio AEMO al Mejor Olivo Monumental de España. Este reconocimiento no solo celebra la belleza y la grandeza del árbol, sino también su significado cultural y ecológico. El Olivo Milenario de Casabermeja no es solo un árbol; es un símbolo de resistencia, historia y vida que continúa creciendo y maravillando a todos los que tienen la fortuna de contemplarlo.
Así, en Casabermeja, este olivo se erige no solo como un monumento natural, sino como un verdadero emblema de la riqueza y la longevidad de la tierra andaluza, invitando a todos a admirar y proteger estos tesoros vivientes que nos conectan con el pasado y nos inspiran para el futuro.