Actualmente, las cuevas se dividen en dos grupos: las Bajas y las Altas. Las cuevas Bajas han sido rehabilitadas para usos culturales, ofreciendo un espacio único donde se pueden apreciar restos de su historia pasada mientras se disfruta de actividades culturales contemporáneas.
Por otro lado, las cuevas Altas presentan un mirador natural, convirtiéndolas en un lugar privilegiado para detenerse y contemplar unas vistas panorámicas impresionantes. Desde este punto elevado, se pueden admirar los contrastes naturales de la región: el azul del mar Mediterráneo, el verde de la sierra y la costa de Marbella. Es un sitio emblemático desde donde se puede observar todo el pueblo de Ojén y sentir la cercanía del mar con solo extender la mano.
Visitar las cuevas de Ojén es sumergirse en un viaje a través del tiempo y la naturaleza, donde la historia se entrelaza con la belleza escénica, ofreciendo una experiencia inolvidable para los visitantes.