La llanura se extiende ante nosotros, salpicada de oscuros olivares que se transforman en cuadrículas de viñedos y tierras de labranza.
El paisaje se aclara gradualmente hasta blanquear en el horizonte, donde se encuentran las Huertas Bajas de Cabra, bordeadas por el serpenteante río del mismo nombre y protegidas por frondosos sotos de árboles. A los pies del mirador, se extienden las antiguas huertas con sus palmeras, la almazara de aceite humeante, las blancas salinas y los comercios alineados a lo largo de la carretera.
Este lugar no solo ofrece una vista impresionante, sino que también permite explorar el pasado, presente y futuro de nuestro pueblo. Cerca del mirador se encuentra el Yacimiento Arqueológico de Los Paseíllos, que junto con el paisaje circundante, conforma un conjunto arqueológico y paisajístico de gran belleza. Detenerse aquí es sumergirse en la historia, la naturaleza y la vida cotidiana de nuestra querida localidad.