Conocida por su pasado judío, Lucena es también llamada la "Perla de Sefarad". Es una de las pocas ciudades en España que ostenta el título de "mariana" debido a la gran devoción hacia su patrona, María Santísima de Araceli. Esta figura fue nombrada Patrona en 1851 y Alcaldesa Perpetua en 1955.
El nombre de Lucena proviene del hebreo Eli ossana אלי הושענא, que significa "Dios nos salve", con el cual era originalmente conocida por la comunidad judía. Por otro lado, los musulmanes la denominaban اليشانة Al-Yussana. La ciudad es el principal centro demográfico y económico de la provincia después de la capital, y se encuentra en un importante cruce de carreteras que facilita las comunicaciones en la región.