Según relata el Padre Juan Ruiz, en el Arreglo General de las Parroquias de la Diócesis de Córdoba de 1890, se estableció una parroquia en Hinojosa del Duque bajo el patrocinio de San Isidro Labrador. Inicialmente, esta parroquia se ubicó temporalmente en la Iglesia del Hospital de la Santa Caridad, ya que ofrecía mayor amplitud que la Ermita del Santo Titular.
La Iglesia de San Isidro Labrador presenta una impresionante arquitectura. Su bóveda de cañón con lunetos y la cúpula sobre el crucero, adornada con elementos mixtilíneos, reflejan la maestría de sus constructores. La cabecera del templo presenta un testero plano, mientras que la portada principal, de estilo adintelado con jambas de granito, añade un toque de elegancia a su fachada.
La torre de la iglesia, de forma rectangular y compuesta por un solo cuerpo, completa la estructura del templo, destacando por su sencillez y solidez. Con esta descripción, queda patente la belleza y la importancia arquitectónica de la Iglesia de San Isidro Labrador en Hinojosa del Duque.
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