Conocido por su rica historia que se remonta a tiempos inmemoriales, Benaoján lleva consigo el legado de antiguas civilizaciones, como lo evidencian las pinturas prehistóricas que adornan las paredes de la emblemática Cueva de la Pileta. Estas fascinantes obras de arte, datadas del Paleolítico superior, han conferido a este sitio el prestigioso título de Monumento Nacional de Arte Rupestre.
El municipio se enorgullece de sus dos núcleos de población principales: Benaoján y la Estación de Benaoján, cuyos 1.543 habitantes, conocidos afectuosamente como "benaojanos", dan vida a esta pintoresca localidad. El relieve montañoso, marcado por imponentes cerros kársticos y atravesado por el serpenteante río Guadiaro, ofrece un escenario natural de incomparable belleza, perfecto para la práctica de senderismo y la exploración de sus numerosas cavidades.