Jimera de Líbar
Vino de Malaga
Vino dulce conocido por su sabor afrutado y su cuerpo suave
8.00€/persona
Su casco urbano se divide en dos núcleos: el pueblo, que se alza en la ladera del monte con espectaculares vistas, y el barrio de la Estación, a orillas del río Guadiaro, ofreciendo un contraste perfecto entre naturaleza y tradición.
Aunque los primeros documentos que mencionan a Jimera de Líbar datan del siglo XVII, este lugar tiene raíces mucho más profundas. Importantes restos arqueológicos hallados en las cercanías, como los de la Edad del Bronce y el asentamiento fenicio en el paraje de El Tesoro, confirman la antigüedad de la ocupación humana en esta tierra. Sin embargo, uno de los vestigios más fascinantes es la torre de la iglesia, que en su día fue parte del alminar de una mezquita durante la ocupación árabe, cuando la villa se llamaba Inz Almaraz. Tras la conquista cristiana, el nombre cambió a Ximera de Líbar, conservando aún la esencia de su pasado musulmán.
Otro capítulo destacado de su historia llegó en 1684, cuando el pueblo fue nombrado cabeza de un marquesado por Carlos II. Años más tarde, durante la Guerra de la Independencia en 1810, Jimera de Líbar fue testigo de un acto heroico: el guerrillero José de Aguilar lideró a 250 valientes hombres de pueblos vecinos, incluyendo Montejaque, Benaoján y Cortes de la Frontera, para enfrentarse y derrotar a un ejército francés de 600 soldados y 90 jinetes en el puente sobre el río Gaduares. Un episodio que grabó a fuego el coraje y la resistencia de su gente.
Hoy, Jimera de Líbar combina la serenidad de su entorno natural con un rico patrimonio histórico que invita a explorar, un destino ideal para aquellos que buscan sumergirse en la belleza y la historia de Andalucía