Doña Mencía está enclavado en el parque natural de las Sierras Subbéticas, al norte de la comarca de Subbética Cordobesa. Este entorno natural privilegiado y su buena conexión con ciudades como Córdoba y Jaén hacen de Doña Mencía un lugar notable. Fundado como un pueblo cristiano medieval, su origen actual se remonta a la conquista cristiana del sur del reino de Córdoba.
Tras la conquista de Córdoba en 1236, el rey Fernando III de Castilla y el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, avanzaron por el Valle del Guadalquivir, ocupando la zona y concediendo el control a Alvar Pérez de Castro, adelantado de la frontera de Jaén.
El núcleo urbano de Doña Mencía se extiende por la falda de la Serrezuela y la Oreja de la Mula, nombre popular de la elevación rocosa de San Cristóbal.