La primera fase de construcción de Metropol Parasol dejó al descubierto restos visibles de gran parte del periodo romano, desde Tiberio (30 d.C.) hasta el siglo VI, así como una casa islámica almohade de los siglos XII y XIII.
Los restos arqueológicos están ubicados en un espacio diáfano de 4 879 m², rodeados por una membrana de vidrio de 1 100 m² que envuelve todo el espacio e incide espacialmente sobre la ruina con muros colgantes y linternas de luz. Junto a la iluminación y los materiales empleados, permiten transmitir la sensación de estar en los espacios en los que pervivieron nuestros antepasados como si el visitante bucease en el mar.
Antiquarium está estructurado en torno a tres grandes áreas de casi 5 000 m²:
Paseo arqueológico, que conforma el acceso principal al Museo de 550 m² donde el visitante puede empezar a atisbar los restos arqueológicos sin haber entrado siquiera. Este paseo se realiza a través de 400 m² de pasarelas.
Sala arqueológica con 3 300 m² que contienen todos los restos encontrados: la factoría de salazones del siglo I; el conjunto de casas y calles romanas de los siglos II al VI; la Casa Almohade de la Noria del siglo XII/XIII; y otros elementos extraídos como los mosaicos, hornos, fuentes...
Zona multiusos de casi 1 000 m². Es un compartimento estanco de acceso y funcionamiento aislados con capacidad para albergar grandes eventos culturales.