Puente Genil
Vino Montilla Moriles
Vino seco o semi-seco hecho con uvas de la región de Córdoba dulce y afrutado
10.00€/persona
En el corazón de la comarca de Puente Genil, los ecos de la prehistoria aún resuenan a través de los vestigios que nos cuentan la historia de sus primeros habitantes. Desde el Paleolítico Medio, los cazadores-recolectores de la región dejaron una huella duradera con sus herramientas de piedra tallada, como raederas, bifaces y cuchillos. Estos artefactos, hallados en antiguos yacimientos como Torrecillas, Yeguas, La Mina y El Rabanal, revelan una existencia basada en la adaptación y el ingenio.
Con el paso del tiempo, el Neolítico trajo consigo el cultivo de plantas y la domesticación de animales, proporcionando una mayor estabilidad a las comunidades y permitiendo su crecimiento. Aunque este período está poco representado en la zona, la Sierra del Castillo y la cueva de los Vientos ofrecen fragmentos de huesos trabajados y restos óseos que nos hablan de esta transformación fundamental.
Aproximadamente hacia el 3000 a.C., la era del cobre dio paso al trabajo de los metales. Los habitantes comenzaron a trabajar el cobre y, posteriormente, el bronce, lo que marcó una evolución significativa en sus sociedades. Yacimientos como Fuente del Lobo, Cerro del Ahorcado y Camorra de Puerto Rubio documentan la transición al Calcolítico y la Edad del Bronce, con hallazgos de cerámica campaniforme, herramientas de piedra pulimentada y objetos de metal como crisoles y moldes de fundición.
Durante el Bronce Final, Puente Genil se vio influenciada por las culturas tartéssica y turdetana, recibiendo elementos del Mediterráneo Oriental. Los yacimientos como Castellares, Las Gaseosas y la Villeta de las Mestas revelan cerámica decorada, fíbulas metálicas y esculturas zoomorfas en caliza, testigos de una rica herencia ibérica que todavía se puede apreciar en el Museo Histórico Local.
El origen de Puente Genil se forjó a partir de la unión de dos núcleos poblacionales significativos. La villa de La Puente de Don Gonzalo, establecida en la margen derecha del río Genil durante el siglo XV por Don Gonzalo de Estúñiga, obispo de Jaén, y el pequeño asentamiento de Miragenil, situado en la orilla opuesta y bajo la jurisdicción de Sevilla.
Aunque la tradición había atribuido la fundación de La Puente de Don Gonzalo a los siglos XIII-XIV bajo los señores de Aguilar, investigaciones recientes han cuestionado esta teoría. En realidad, el territorio perteneció al Señorío de Castillo Anzur hasta 1372, cuando pasó a manos de la Casa de Aguilar. No fue hasta el Trienio Liberal y la regencia de Mª Cristina que se consolidó la unión administrativa entre ambos pueblos mediante un Real Decreto el 10 de diciembre de 1834.
Esta unión dio lugar al nombre actual de Puente Genil, una referencia clara al puente que conecta las dos orillas del río Genil, simbolizando la integración y el crecimiento de la región.
Desde los rastros de la prehistoria hasta su formación moderna, Puente Genil es un lugar donde la historia y el presente se entrelazan de manera fascinante. Cada rincón de esta localidad ofrece una ventana al pasado, mientras que sus puentes de integración continúan tejiendo un futuro vibrante y dinámico