Sus orígenes se remontan a los fenicios, quienes establecieron relaciones comerciales con los aborígenes locales en las faldas de sus montañas. Bajo el dominio romano, conocida como Cartima, la ciudad prosperó con nuevos muros y un puerto fluvial, siendo un centro vital en la región. Los restos arqueológicos, incluido el célebre Mosaico de Venus, atestiguan su esplendor pasado y se exhiben en el Museo de Málaga.
Los visigodos y luego los árabes dejaron su huella en Cártama, reforzando sus murallas y convirtiendo su castillo en un bastión estratégico. Conocida como Cártama en la época musulmana, la ciudad fortificada resistió los embates, siendo crucial en la defensa de Málaga. Finalmente, en 1485, fue conquistada por las tropas de los Reyes Católicos, marcando una nueva era en su historia.