La historia de la Ermita está entrelazada con la llegada de la orden de los frailes Mínimos. En 1646, el Concejo Municipal de Torrox solicitó a estos frailes la creación de un establecimiento religioso que también se dedicara a la educación de los hijos de los vecinos. Sin embargo, no fue hasta 1670 que los frailes se establecieron, primero como hospicio y, desde principios del siglo XVIII, como convento definitivo.
Ubicada sobre un mirador en la entrada de la población, la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves se convirtió en un centro de piedad comarcal. El edificio actual, construido probablemente a fines del siglo XVIII sobre la ermita originaria, fue designado oficialmente en el Capítulo General de la Orden religiosa celebrado en Génova en 1710 como "Convento torroxensis Madonna della Neve".
El convento, con su iglesia de planta de cruz latina, destaca por su nave central cubierta con una armadura cuadrada y decoraciones de estilo plateresco en el Altar Mayor. La Capilla Mayor alberga una armadura de tirantes de lazo adornada con rosetas pintadas, mientras que el testero del Altar Mayor presenta pilastras, grutescos y capiteles que sostienen un entablamento decorado con cabezas de ángeles. Todo el conjunto se remata con un frontón triangular y un busto de Dolorosa en el tímpano, enmarcado en un arco ciego de medio punto sobre pilastras.
Durante la Desamortización de Mendizábal en 1836, el edificio, excepto la Capilla, fue expropiado y adquirido por varios propietarios hasta que finalmente se destinó a usos culturales del Ayuntamiento. La Ermita, sin embargo, sigue siendo un lugar de culto y alberga las imágenes de Nuestra Señora de las Nieves y San Roque, patronos de Torrox, que son procesionados cada año el 5 de agosto.
A pocos pasos de la Ermita, el "Puente de las Ánimas" conecta las orillas del río cercano. Este puente, considerado parte de una antigua calzada romana, añade un toque de historia adicional al entorno.
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Niños (3-7años)
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-2 años
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