Construida en los alrededores del pueblo, al norte del mismo, la ermita es uno de los monumentos más antiguos de Fuente Obejuna, aunque la fecha exacta de su construcción es difícil de precisar. Algunos indicios sugieren que podría datar de principios del siglo XVI o incluso de épocas anteriores.
Según la tradición local, la ermita adquirió su nombre debido a una aparición de la Virgen de Gracia a un soldado en la cercana Fuente Santa, cuyas aguas se creía que poseían propiedades milagrosas o curativas. Este evento hizo que tanto la fuente como la ermita se convirtieran en destinos de peregrinación. Además, la devoción hacia la Virgen de Gracia siempre tuvo un fuerte componente militar, probablemente debido a la conexión con los soldados locales que sirvieron en los Tercios de Flandes.
A lo largo de su historia, la ermita ha sido testigo de numerosos actos de veneración y ofrendas, desde el colgado de mortajas y miembros humanos hasta la donación de medallas por parte de soldados durante las guerras de Cuba y Marruecos.
En cuanto a su estructura, la ermita sigue el diseño típico de las iglesias serranas de la provincia de Córdoba, con una sola nave dividida en cinco tramos y un ábside cuadrado. Los arcos de ladrillo, ligeramente apuntados, son una característica distintiva, al igual que la techumbre a dos aguas. En su interior, se destacan la imagen de la Virgen de Gracia, una talla de madera policromada cuya cronología exacta es difícil de determinar, y un crucifijo también tallado y policromado, que data de alrededor de 1600.
En el exterior, la ermita presenta una puerta principal con un arco de ladrillo y un pórtico con elementos típicos de las iglesias rurales de peregrinación, como un poyo para descansar. La espadaña, ubicada en el muro frontal, se extiende hacia arriba y alberga un campanillo en su parte superior
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