Antequera
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Dolmen de Menga y la Prehistoria: El Origen de Todo
Imagina un viaje al pasado, hace más de 4,000 años, cuando las primeras civilizaciones dejaron su huella en la tierra de Antequera. Aquí, la historia no se mide en años, sino en milenios. Los imponentes dólmenes de Menga, Viera y El Romeral, ubicados en las cercanías de la ciudad, no son solo monumentos de piedra, sino auténticas cápsulas del tiempo que nos conectan con nuestros ancestros. Este conjunto megalítico, considerado el mejor de España, es un recordatorio majestuoso de la profunda conexión de la humanidad con la tierra. El Dolmen de Menga, en particular, se erige como un verdadero hito del megalitismo en la península ibérica, invitándote a explorar sus misterios y a sentir la energía de quienes lo construyeron hace miles de años.
Edad Antigua: La Influencia Romana y Más Allá
A medida que avanzamos en el tiempo, nos encontramos con el legado de las civilizaciones antiguas que alguna vez habitaron Antequera. Aunque hay un vacío de datos precisos entre la prehistoria y la era romana, la presencia de íberos, tartesios, fenicios y cartagineses no puede ser ignorada. Estos antiguos pueblos dejaron rastros en forma de cerámica y sepulcros, especialmente en lugares como Cerro León, donde incluso tuvo lugar una batalla histórica entre Asdrúbal y las legiones romanas. Con la llegada de los romanos, la ciudad de Anticaria (Antequera) floreció como un importante centro comercial, famoso por su producción de aceite de oliva. Hoy, el Efebo de Antequera, una exquisita escultura del siglo I d.C., y los baños romanos excavados nos permiten vislumbrar la grandeza de esa época.
Edad Media: La Época de las Conquistas y la Fortaleza de Medina Antakira
Durante la Edad Media, Antequera, conocida entonces como Medina Antakira bajo la dominación árabe, se convirtió en un enclave estratégico, fortificado con una imponente alcazaba y murallas defensivas. Los germanos destruyeron la ciudad, pero su importancia se revitalizó bajo el dominio musulmán. A mediados del siglo XIII, tras la caída de Sevilla y Jaén, Antakira se consolidó como un centro militar clave, especialmente en las campañas contra el Reino Nazarí de Granada. La conquista de la ciudad en 1410 por Fernando I de Aragón, conocido como "el de Antequera", marcó un hito en la historia de la Reconquista, y la ciudad se transformó en un punto neurálgico para futuras conquistas.
Edad Moderna: Un Renacimiento Comercial y Cultural
Con la caída de Granada en 1492, Antequera inició un periodo de expansión y prosperidad. Su ubicación estratégica y su fértil tierra la convirtieron en un centro comercial floreciente, con un crecimiento demográfico sin precedentes durante los siglos XVI y XVII. Este auge se reflejó en la construcción de majestuosos palacios, iglesias y conventos que aún hoy adornan la ciudad. La Real Colegiata de Santa María La Mayor, fundada por los Reyes Católicos, se convirtió en el epicentro cultural de la ciudad. Además, en el siglo XVIII, Antequera se destacó por su pujante industria textil, que llegó a ser una de las más importantes de Andalucía.
Edad Contemporánea: Transformaciones y Resiliencia
El siglo XIX trajo consigo desafíos para Antequera, con la pérdida de población debido a epidemias y la competencia en la industria textil, que finalmente llevó al declive de su próspera industria lanera. Sin embargo, la ciudad se mantuvo firme, y en 1883 fue testigo de la aprobación de la Constitución de Antequera, un hito en la historia andaluza. A pesar de las dificultades, Antequera continuó evolucionando, y en el siglo XX, aunque marcada por guerras y crisis, surgió como un símbolo de resistencia. Con la llegada de la democracia, la ciudad desempeñó un papel crucial en la lucha por la autonomía andaluza, culminando en el Pacto de Antequera en 1978.
Antequera Hoy: Un Tesoro Histórico Vivo